Que de nuestro vacío personal surja el lazo que muestre a nuestras sendas personales los pasos para caminar en unidad. Que no sea yo, ni tú, sino el Espíritu en nosotros, quien renueve cada día las relaciones y fomente iniciativas con la tensión hacia lo más sagrado, los valores positivos, el amor más desinteresado. Nos jugamos la eternidad. Vaya por todo ello esta plegaria en el silencio de lo más íntimo, en el compromiso por la unidad.
Una propuesta para iluminar la vida expresando aquello que inspire mi experiencia artístico-espiritual
sábado, 29 de agosto de 2009
domingo, 9 de agosto de 2009
PARA CRECER JUNTOS 4.-LA ORACIÓN PERSONAL
Allí, en el silencio de la paz de Dios, donde el alma se desnuda y se entabla un coloquio entre la sed de amor y el Amor. La contemplación -desde la intimidad- de una vida entregada y el misterio de la presencia permanente en la libre opción personal consagrada. Sólo resta retomar lo cotidiano y transformarlo desde lo infinito.
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