domingo, 24 de febrero de 2013

LA PUERTA DE LA CONVERSIÓN SE ABRE DESDE EL CORAZÓN

Un periodo de reflexión desde el ayuno, la oración y la misericordia propician dar el salto hacia la auténtica conversión. Es la muerte del yo sin lamentos, permitiendo que Él haga la entrada en una vida ausente de auténtica felicidad. La puerta que permite ese encuentro se abre desde el corazón y la luz que indave la estancia personal clarifica el presente desde el primer instante. Los primeros pasos de la nueva ruta suscitan una doble decisión con una misma actitud: pedir perdón con la mayor humildad y purificar la memoria de cualquier ofensa que pudiera corroer el propio yo: he ahí un ser humano con entrañas de misericordia.

lunes, 18 de febrero de 2013

SENTIRSE FELIZ



Respira profundamente y siente que vives: 
es tu momento presente. Dando lo mejor de 
ti mismo te sentirás feliz haciendo felices a
los demás.

domingo, 17 de febrero de 2013

DECIR "NO" ES LIBERARSE

En lo cotidiano hay momentos en los que, inexplicablemente, parece natural caer en la tentación. Ésta se presenta de forma original y apetecible, provocando muchas veces un "sí" que lleva al abismo. La flaqueza, muchas veces fruto de la ausencia de tensión a la santidad en el día a día, conduce hacia un túnel oscuro cuyo final es un fatal desengaño. En un instante de lucidez, decir "no" es liberarse de las cadenas que pueden atraparnos en un laberinto sin salida.

miércoles, 13 de febrero de 2013

CUARESMA A LA LUZ DE LA MISERICORDIA DIVINA

Hoy es Míercoles de Ceniza. Aquí comienza la Cuaresma, que conducirá 40 días penitenciales después al Jueves Santo. Y la Semana Santa  llevará a la Pascua de Resurrección.

Estas cenizas, elaboradas a partir de la quema de los ramos del Domingo de Ramos del año anterior, colocadas en la cabeza de los fieles creyentes muestran la limitación de la condición humana en el tiempo: "polvo eres y en polvo te has de convertir”.

Es tiempo de Ayuno, Oración y Misericordia. La oportunidad de interiorizar la presencia del Amor infinito de un Padre que quiere personalmente y -desde la libertad que nos entrega- vela por cada ser humano, personas creadas a su imagen y semejanza.

                    Que la Luz de su infinita misericordia nos acompañe en este periodo.