Tal vez sea adecuado un programa por fechas laborables o festivos. Quizá sea mejor por ofertas, fiestas tradicionales o vinculado a las tendencias y modas sociales. Días negros y rojos, por estaciones o según el clima.
En todo caso la realidad siempre permanece, no podemos sino
vivir el hoy, lo cotidiano, la marcha diaria; y aquí surge el dilema
que a menudo nos acompaña: comprar o vender, reír o llorar,
buscar aquello que no tenemos, lo que posee el otro, y siempre
más.
Mi propuesta para este año 2013 tiene que ver con la fe, porque la
confianza nos permitirá descubrir todo lo que llevamos dentro, darle
valor a los dones que recibimos y sentirnos adminitradores responsables de los talentos que nos hacen únicos.
Que la Verdad, la Bondad y la Belleza, cuya búsqueda a lo largo de la vida es una preciosa vocación, ilumine este nuevo periodo.
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