UN ALMA HERMOSA

 Esta mañana, en un descanso del trabajo, he sentido la necesidad de meditar. He recordado la cita evangélica que marca mis pasos desde hace años ("Al que tiene se le dará y estará en abundancia..." 
Mt 13, 12) y he sentido la inquietud de reflexionar sobre una interesante cuestión: cómo mejorar mi disponibilidad para hacer el bien.

Mientras paseaba por un centro solidario donde realizaba una colaboración, ha surgido ante mis ojos un sencillo jardín muy bien cuidado por jóvenes consagradas. La mirada de la Belleza me ha llevado a contemplar esta visión: en la soledad creativa, necesaria para el desarillo interior, hay una comunión que permite crecer en el Amor en todo momento; y así hay quien recibe con gozo la confidencia del arte de amar realizado sin pedir detalles, se alegra, llora o reza contigo solamente por un pacto de unidad. Y todos, cada cual a su ritmo, crecemos en la vida que nos ha sido donada.Un día largo pero a la vez sentido. Entrego el cuerpo al descanso dando gracias, sereno y rendido. Sólo acierto a musitar sincero unas pocas palabras al Cielo:

 

"Pero tú, Señor, has puesto en mi corazón más alegría
que si abundara en trigo y en vino.
En paz me acuesto y en seguida me duermo,
porque tú sólo, Señor, me haces vivir tranquilo." (salmo 4)