La senda tiene sus etapas; estoy en marcha, luego existo. Cada tramo es diferente y tengo diversas sensaciones al observar aquello que se aproxima. Siempre me ha gustado encontrar guijarros y arenilla en el borde del camino, delimitando mi paso e imaginando quien hoyó antaño parecido trayecto. Este tiempo que ahora transcurre presenta ante mí una imagen que infunde respeto: ¿escollos o tal vez oportunidades para crecer?
Caminaré en Tu presencia y la confianza en Tu misericordia será la fuerza para superar retos, luminaria en mis dudas, respuesta a mis anhelos.
Una propuesta para iluminar la vida expresando aquello que inspire mi experiencia artístico-espiritual
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