Cada día, de forma impredecible, recibimos de modo gratuito
bienes y dones que en ocasiones ni siquiera percibimos. Se trata de un tesoro a
descubrir, a valorar y que, lejos de acumular, hay que saber administrar.
Desarrollar una cultura del dar, consciente de que alguien anónimo espera ese
gesto de generosidad de quien entrega, gota a gota, lo que ha recibido para ser
instrumento de amor y así encontrar la realización de la propia vida.
"Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
ResponderEliminarproclamando todas tus maravillas;
me alegro y exulto contigo
y toco en honor de tu nombre, oh Altísimo."
Sal 9