Tiempo después no supo explicar cómo apareció a su lado una
caricia amiga que le propuso levantar la mirada hasta reconocerla tras un
primer titubeo. “¿Dónde estabas cuando más falta hacías en mi vida?” – recriminó
sin dudar La otra persona respondió con la mirada más tierna que nunca pudo contemplar,
al tiempo que con delicadeza acariciaba su frente antes de besar sus dos manos,
ésas que había unido en un gesto suave y a la vez directo. Sólo pudo recordar
una frase, la que en este periodo de su vida lleva marcada en su pecho como un
lema que le motiva a crear, compartir, crecer, dar gracias por cada instante y
el siguiente, por el aire que respira, el pan que le alimenta, por la Creación y el entorno:
"Tengo la certeza de que me acompañas en el camino".
Tu presencia amaneció en mi vida desde la inmensidad de un
mundo donde las prisas hacen competencia con la mediocridad, ése que identifica
felicidad con poder en todas sus versiones, alegría con
fiesta+descontrol+placer, que marca la competencia desplazando al más cercano.
Has cambiado mi vida con tu atenta escucha de mis anhelos, la propuesta de
mirar en la misma dirección desde el carisma y personalidad propios respetando
cada paso del camino, en lo diverso y en lo que nos une. He aceptado ese reto
para mí novedoso, que a la vez abre la puerta para que yo haga otro tanto con
quien confluya en la ruta. La certeza de que me acompañas en el camino pese a
que no está clara la dirección, las nubes cambian de aspecto y nadie puede
asegurar cuánto dura el trayecto personal de cada uno, me da seguridad para
avistar con optimismo nuevos y atractivos horizontes. Cada jornada estarás
presente, rezaré por ti, daré gracias por haberte conocido, hablaré a los
nuevos caminantes que tal vez conozca de cómo me animaste para que marchara erguido, mirada al frente y seguridad
en el corazón. ¿Quién puede impedir que llegue el atardecer musitando que
termina otro día con paz? ¿Cómo no acoger el alba de un nuevo día presente como
único espacio para construir fraternidad? Gracias acompañarme, más aún por que
aceptes que te acompañe.
"Te daré gracias ante los pueblos Señor;
ResponderEliminartocaré para ti ante las naciones:
por tu bondad, que es más grande que los cielos;
por tu fidelidad, que alcanza a las nubes." Sal 56