Es una decisión libre y a la vez comprometida: tomar como orientación en la vida la inspiración del Espíritu. "Ven y llena los corazones..." recita la plegaria.
El ser humano que así lo pide recibe esa fuerza clarificadora que alienta los carismas y pone en marcha proyectos, iniciativas, retos impensables. Esa savia penetra en las ramas casi secas, gota a gota, con la suavidad de la caricia materna, con la confianza que otorga el Padre, que vela por cada detalle de quien á Él se confía.
Una propuesta para iluminar la vida expresando aquello que inspire mi experiencia artístico-espiritual
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