Una propuesta para iluminar la vida expresando aquello que inspire mi experiencia artístico-espiritual
miércoles, 25 de diciembre de 2013
HA NACIDO EL AMOR MÁS GRANDE
Es Navidad. Lo indica el calendario y lo dice la gente por la calle. Hay quien confunde el acontecimiento espiritual con un periodo festivo, de vacaciones, regalos, compras y celebraciones. En una parroquia cualquiera hay una humilde cuna de madera con una cruz en la cabecera. Al interiorizar su presencia en lugar destacado del altar mayor puede intuirse que pronto sucederá algo importante.
Y así, en la noche solemne de la Vida se cumple la voluntad Dios hecha Amor por toda la Creación: acampa entre nosotros, en el lugar que cada uno ha dispuesto para acogerle. A ti, buen Jesús, con el corazón dilatado y henchido de gozo por recibirte: feliz nacimiento en mi vida, con suma humildad y la mayor esperanza.
«Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida» (Juan, 8-12)
Un Niño nos ha nacido. Y su proyecto de vida será la salvación de la Humanidad. ¿Cómo corresponder a tanto Amor? Que nuestra vida sea un Santo Viaje donde la unidad y la fraternidad sean valores necesarios para caminar con la firmeza que precisa un compromiso de Fe, Esperanza y Caridad. En todo caso, se trata de seguirle sin tener miedo. Porque Él es la Verdad, el Camino y la Vida.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Villancico de Lope de Vega
ResponderEliminar"Norabuena vengáis al mundo,
niño de perlas,
que sin vuestra vista
no hay hora buena.
Niño de jazmines,
rosas y azucenas,
niño de la niña
después del más bella,
que tan buenos años,
que tan buenas nuevas,
que tan buenos días
ha dado a la tierra;
parabién merece,
parabienes tenga,
aunque tantos bienes
como Dios posea.
Mientras os tardasteis,
dulce gloria nuestra,
estábamos todos
llenos de mil penas;
más, ya que vinisteis,
y a la tierra alegra
ver que su esperanza
cumplida en vos sea,
digan los pastores,
respondan las sierras,
pues hombre os adoran
y Dios os contemplan:
Norabuena vengáis al mundo,
niño de perlas,
que sin vuestra vista
no hay hora buena."