Acabo de conocerte y no te juzgaré. He conocido tu nombre y
por ahí comenzaré a sentirte alguien cercano: me resulta...fresco, agradable,
original, incluso suena bien...
Siempre hay un momento nuevo para iniciar una relación o restaurar un lazo roto: por el nombre, la mirada, el corazón, las buenas intenciones de crecer en positivo. Y, de pronto, desde esa sincera actitud común comienza a fluir un diálogo con presente y futuro…
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